Durante el Cochlear Day de Argentina, del 5 de octubre de 2024, la comunidad se reunió para homenajear a una persona excepcional y apreciada por todos: Susana Nigro.
Susy (como la llamaban cariñosamente), de 62 años, era usuaria del procesador de sonido Cochlear™ Nucleus® 6 y formaba parte del Programa de Voluntarios para Cochlear Latinoamérica. También pertenecía a otras organizaciones no gubernamentales (ONG), con la misión de concientizar sobre la hipoacusia y las soluciones auditivas.
A Susy le diagnosticaron una pérdida auditiva genética progresiva. Al parecer, su audición disminuyó significativamente durante sus embarazos. Comenzó usando audífonos, pero cuando estos dejaron de ser efectivos para comunicarse y realizar sus actividades diarias, tomó la decisión de implantarse.
Sus compañeros la describen como un ejemplo de resiliencia, bondad y compromiso. Susy convirtió su historia y su diagnóstico de pérdida auditiva bilateral en un mensaje inspirador para aquellos que, como ella en su momento, tenían dudas y temores en su camino hacia la audición. Sus palabras de bienvenida a los nuevos usuarios reflejaban su calidez y su intención de que nadie tuviera que vivir en solitario lo que ella experimentó desde los 30 hasta los 50 años, cuando se implantó por primera vez.
“Mi interés siempre es ayudar a la gente que comienza el camino del implante, me gustaría que no les pase como a mí, que desde los 30 años fue un camino muy duro, donde tuve que arreglármelas sola, junto a mi esposo y mis hijos que siempre me han ayudado. Creo que lo primero y principal es realizar todas las preguntas y más para poder despejar las dudas que se presentan, pero lo principal es saber que cada persona es única, su organismo es único, hay que tener fuerza, voluntad y saber que se empieza a recorrer un camino para toda la vida, un camino de familia”, decía frecuentemente Susy.
A ella, el implante coclear no solo le permitió recuperar la audición, también le dio la oportunidad de reconectar con el mundo, de hablar y reír junto a su nieto. Esta nueva etapa le regaló mucha felicidad y plenitud.
Sus compañeros del programa de voluntarios en Latinoamérica aseguraron que Susy era infaltable en las actividades. Siempre era la primera en llegar y la última en irse, con un don admirable para ayudar.
En el homenaje, su compañera Mabel Zoff Parodi ofreció algunas palabras. “Era de esas personas que estaban al pie del cañón siempre con alegría y con un abrazo listo para dar…..en cada encuentro la llevaremos con nosotros, su recuerdo será siempre motivo de inspiración y de ejemplo para todos nosotros”, expresó.
Como muestra de cariño y gratitud, la comunidad de voluntarios Cochlear en Argentina entregó a su familia tres broches (oro, plata y rosa), que simbolizan “empoderamiento – capacitación”, “transformación” e “innovación”, cualidades que Susy demostraba en cada una de sus acciones. Como gesto de honor y recuerdo, se le obsequió un pin del Koala Kaci a su nieto Juan, quien vive en España y era su mayor alegría.
En cada actividad de la comunidad Cochlear, recordaremos a Susy con su sonrisa y sus discursos llenos de esperanza.
En nombre de todos los voluntarios, de cada usuario que tuvo el privilegio de conocerla y de todo el equipo de Cochlear, queremos agradecer de corazón a Susy y a su familia. Su compromiso, su generosidad y el tiempo que nos brindó durante todos estos años fueron un verdadero regalo para nuestra comunidad. Susy no solo compartió su experiencia y conocimiento, sino que nos demostró con acciones el valor de la empatía y la resiliencia. Su legado de amor y apoyo seguirá inspirándonos, recordándonos que, gracias a personas como ella, nunca estamos solos en el camino hacia la audición. ¡Gracias por todo, Susy!
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