¿Las ciudades ruidosas son consideradas como un riesgo auditivo?

Habitar o trabajar en zonas de la ciudad particularmente ruidosas puede tener efectos nocivos sobre la salud auditiva. El tráfico vehicular, la industria, la amplificación del sonido a altos volúmenes son considerados factores de riesgo.

Nos pasa a todas las personas: estamos expuestos a diferentes tipos de sonidos todo el día. Voces, música, el medio ambiente… Y ruidos, también. Las máquinas, los carros, los aviones. Pero ¿qué de todo eso podría representar un riesgo auditivo? ¿Cómo podría estar en riesgo nuestra salud auditiva?

La exposición al ruido suele ser considerada un factor de riesgo. Y no solo lo es para las personas que trabajan en ambientes ruidosos, como en pubs, bares, boliches, discotecas… Cuando se vive en ciudades muy ruidosas también se puede estar exponiendo la salud auditiva.

¿Cuáles son las ciudades más ruidosas del mundo?

Hace unos años (en 2017, para ser exactos) la empresa alemana Mimi reveló unos datos sobre el ruido en las ciudades, encontrando cuáles eran las más ruidosas. Zurich, en Suiza, era la menos. Cantón, en China, la más. Este es el orden de las primeras 20 ciudades en este escalafón.

Ciudades ruidosas, ¿Riesgo auditivo?

El ruido en sí mismo representa riesgos para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) así lo reconoce, identificándolo, además, como una amenaza subestimada por la población en general¹.

Pero ¿cuáles son los riesgos del ruido? La exposición constante a altos volúmenes está relacionada con alteraciones del sueño, afecciones cardiovasculares, un menor rendimiento laboral y escolar y, claro, con la discapacidad auditiva².

¿Qué dice la OMS sobre la exposición a sonidos fuertes?

Según la OMS, basada en un documento publicado por la Unión Europea, alrededor del 40 por ciento de la población de Europa está expuesta a ruidos del tráfico automotor superiores a los 55 decibeles (dB), 20 por ciento está expuesta a ruidos superiores a  65 dB durante el día y más de un 30 por ciento debe aguantar niveles de ruido que exceden los 55 dB durante la noche. 

Según las propias recomendaciones de la OMS, para un buen descanso en las noches es necesario que, en promedio, el ruido no supere los 30 decibeles. 

¿Pero, y la salud auditiva? En el documento Pérdida auditiva debido a la exposición recreativa a sonidos fuertes³, la OMS reconoce que “la exposición excesiva al ruido —tanto la exposición prolongada y repetida al ruido como una sola exposición a un sonido extremadamente intenso— causa daño al sistema auditivo y da como resultado una pérdida auditiva, denominada pérdida auditiva inducida por ruido. La pérdida de audición suele ser de inicio lento, pero progresa sin descanso mientras continúa la exposición. De hecho, los efectos nocivos pueden continuar mucho después de que haya cesado la exposición al ruido; son irreversibles”.

Estar expuesto a un ruido de 85 decibeles (que es el ruido de una ciudad con alta densidad de tráfico vehícular) durante 8 horas es el límite máximo que puede aguantar el oído sin empezar a acusar problemas auditivos. Incluso, si usted está expuesto a esa intensidad de ruido durante ese tiempo, debe utilizar protección auditiva para no perder su audición.

Recomendaciones para evitar efectos en la salud por la exposición al ruido

Lo primordial es alejarse del ruido, si eso es posible. O evitar exponerse a zonas especialmente ruidosas durante mucho tiempo. Puede ser una buena idea descargar en su teléfono inteligente alguna aplicación que le permita monitorear los niveles de ruido en su ambiente.

Si en su trabajo está obligado a exponerse a ruidos de alta intensidad, es importante que tenga bien protegidos sus oídos. También podría usar tapones para los oídos cuando tenga (o quiera) visitar sitios ruidosos. Y no, los auriculares no son protección para los oídos.

Mantenga, siempre y cuando sea posible para usted, el volumen de sus dispositivos en un rango tolerable para su oído. Incluso cuando haga uso de sus auriculares, pues también pueden ser un riesgo para la salud auditiva.

Y, finalmente, practíquese con alguna frecuencia un test de audición para comprobar si todo marcha en orden, y en especial si tiene sospechas de no estar oyendo igual que antes.

Tenga en cuenta

La información en esta guía es solo para fines educativos y no tiene la intención de diagnosticar, prescribir tratamiento o reemplazar el consejo médico. Consulte a su médico o profesional de la salud sobre los tratamientos para la pérdida de la audición. Ellos podrán asesorar sobre una solución adecuada para su condición de pérdida auditiva. Todos los productos deben usarse solo según las indicaciones de su médico o profesional de la salud. No todos los productos están disponibles en todos los países. Por favor, póngase en contacto con su representante local de Cochlear™

Referencias

¹ https://www.euro.who.int/en/health-topics/environment-and-health/noise/data-and-statistics

² https://www.euro.who.int/en/health-topics/environment-and-health/noise/data-and-statistics

³ Hearing loss due to recreational exposure to loud sounds: https://www.who.int/pbd/deafness/Hearing_loss_due_to_recreational_exposure_to_loud_sounds.pdf 

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