Lo hemos dicho antes: ser joven no es una protección contra la pérdida auditiva o hipoacusia. Y vale la pena insistir en algo más: no tratar la hipoacusia puede tener consecuencias que se pueden evitar. Existen soluciones.
Esto es para tenerlo en cuenta: la Organización Mundial de la Salud calcula que mil millones de jóvenes corren el riesgo de sufrir algún tipo de pérdida auditiva¹. Hay causas prevenibles.
Hay barreras que es necesario romper, como la estigmatización sobre las personas con pérdida auditiva. Eso permitiría que más personas consultaran con especialistas en audición en cuanto notaran que no están escuchando igual que antes. La otra necesidad es reconocer los factores de riesgo. En ciudades y ambientes cada vez más ruidosos, el oído puede resultar afectado, pero además hay otras amenazas que se suelen pasar por alto y que están en el día a día de niños y jóvenes.
- La falta de vacunación contra el sarampión, la meningitis, la rubéola y la parotiditis, en la niñez.
- La exposición permanente a ruidos extremadamente fuertes.
- El uso continuo (y a volúmenes poco recomendables) de los audífonos.
El asunto de preocupación, como lo señala la OMS en sus diferentes informes u advertencias sobre la hipoacusia, es que “las pérdidas auditivas pueden acarrear consecuencias devastadoras en la capacidad de las personas para comunicarse, estudiar y ganarse la vida. Además, también pueden afectar a su salud mental y a la posibilidad de que mantengan relaciones”².
Así que se hacen fundamentales dos acciones: identificar si se está escuchando correctamente y, en caso de encontrar alguna pérdida, actuar para evitar complicaciones mayores.
¿Cómo identificar la pérdida auditiva?
Hay varias señales que le pueden advertir a una persona sobre la pérdida auditiva. Puede notarlas por sí mismo o pueden ser advertidas por padres o cuidadores e identificar que algo no anda bien con su audición.
¿Cuáles son esas señales? Estas son algunas:
- Se le dificulta seguir una conversación.
- Necesita que le repitan lo que dicen.
- Piensa que otras personas murmuran o no hablan con claridad.
- A menudo malinterpreta lo que otros dicen y responde de manera inapropiada.
- Escucha la televisión y la radio o los reproductores musicales con un volumen más alto de lo que otras personas necesitan
- Se le hace difícil conversar por medio de su teléfono.
- Escucha zumbidos, ruidos o silbidos en los oídos (conocidos como tinnitus).
Si presenta cualquiera de estas situaciones es importante que consulte con un especialista en audición: audiólogo, otorrinolaringólogo u otólogo.
Cinco razones de peso para tratar la hipoacusia
1. Porque la hipoacusia puede ser un proceso degenerativo
La pérdida auditiva puede agravarse con el paso del tiempo, reduciendo la capacidad de escuchar cada vez más. Una pérdida leve puede llegar a ser profunda. La atención a tiempo y el correcto tratamiento hacen posible evitar los efectos negativos de la hipoacusia.
2. Porque la pérdida auditiva sin tratamiento afecta la saluda mental
Las dificultades para comunicarse conllevan un aislamiento que termina afectando la calidad de vida de las personas, que pueden encontrarse aisladas de sus actividades rutinarias, con un impacto negativo en la salud mental.
3. Porque la hipoacusia sin tratamiento puede cerrar puertas para el estudio y el empleo
Lo señala la OMS: “En los países en desarrollo, los niños con pérdida de audición y sordera rara vez son escolarizados. Asimismo, entre los adultos con pérdida de audición la tasa de desempleo es mucho más alta. Entre los que tienen un trabajo, el porcentaje de personas con pérdida de audición que ocupan puestos en las categorías más bajas es mayor que la media general de la fuerza de trabajo”³.
4. Porque sí es posible tratar la hipoacusia
De los cinco sentidos, el de la escucha es quizás el único que puede recuperarse cuando se ha perdido. Las prótesis auditivas, los implantes cocleares y los implantes acústicos son una opción real de poder escuchar para quienes tienen hipoacusia.
5. Porque tener un implante auditivo no es una limitante Todo lo contrario.
Hay implantes que sirven para los estilos de vida más activos: discretos y potentes. Recibir un implante no representa dejar de practicar deportes o renunciar a los hobbies, es quizá todo lo contrario: la posibilidad de recuperar aquello que se había dejado de hacer, precisamente, por la pérdida de audición.
Cuide su audición, revise su audición
Finalmente, revisar la calidad de la audición debería ser un procedimiento rutinario de las personas, en especial de aquellas que trabajan en sitios particularmente ruidosos (con maquinaria pesada o en discotecas, por ejemplo). No importa que sea joven, la exposición continua a estos ruidos puede hacer que presente algún tipo de pérdida. Puede ser que solo requiera protegerse mejor, pero también puede necesitar de algún tipo de ayuda para escuchar correctamente.
Tenga en cuenta
Pida consejo a su profesional de la salud acerca de los tratamientos para la hipoacusia. Los resultados pueden variar, y el profesional de la salud le indicará qué factores pueden afectar a sus resultados. Lea siempre las instrucciones de uso. No todos los productos están disponibles en todos los países. Si desea obtener información sobre los productos, póngase en contacto con el representante local de Cochlear.
Referencias
- Informe Mundial sobre la Audición. OMS. https://apps.who.int/iris/rest/bitstreams/1350530/retrieve
- Una de cada cuatro personas presentará problemas auditivos en 2050. https://www.who.int/es/news/item/02-03-2021-who-1-in-4-people-projected-to-have-hearing-problemsby-2050
- Sordera y pérdida de la audición: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/deafnessand-hearing-loss
