¿Sirve la música en el proceso de rehabilitación auditiva?

Usar los recursos musicales dentro de las terapias de rehabilitación auditiva es una opción que han probado con efectividad los especialistas de Cochlear™. Desde niños hasta adultos mayores pueden beneficiarse con ellos.

“La música está en la cultura de todos los pueblos y no tenerla presente en la terapia auditiva sería un error”, así lo señala la fonoaudióloga María del Pilar Grunauer.

Las canciones de cuna, las rondas infantiles, las rimas, el tango, el bolero, la milonga, la salsa, la zamba pueden servir en el proceso de rehabilitación auditiva, ante la posibilidad clara de incluir la música dentro del área terapéutica, lo que va a enriquecer el habla y el lenguaje a través de la audición. 

Pero no se trata de darle play a un video y ya está. Se necesita de un plan de trabajo terapéutico audiológico, que fije unos objetivos claros e incluya, entonces, la música para alcanzarlos. 

“Por ejemplo, en las rutinas incluimos canciones que tengan la temática y la complejidad óptima para cada paciente. Para eso testeamos en cada uno qué tipos de sonido conoce o puede utilizar, o cuáles son los objetivos que buscamos alcanzar para, entonces, utilizar canciones o rimas… Buscamos, también, dentro del ámbito familiar, cuáles son las canciones que son accesibles para los niños, pero también para los adolescentes, los adultos o los adultos mayores”, explica María del Pilar. 

Lo que se pretende (y se logra) es impactar positivamente en la audición, el lenguaje, la comunicación y otros aspectos cognitivos. 

No se trata de músico-terapia, aclara María del Pilar, sino de la incorporación de la música dentro del plan de trabajo y los objetivos planteados para cada persona en rehabilitación auditiva.

Las canciones son generalmente utilizadas para acompañar rutinas, para aumentar el vocabulario y para trabajar la comprensión auditiva.

¿Por qué usar la música?

“Todos somos seres musicales, por definición. La música la traemos puesta y la podemos otorgar y regalar a nuestros niños con mucha pasión. Es muy genuino para cualquier mamá acunar a su hijo y cantarle una nana. En esto está basada la incorporación de la música a la rehabilitación, porque es algo que los papás hacen muy bien y que los niños reciben muy bien”, apunta la fonoaudióloga. 

Usar la música como herramienta en el proceso de rehabilitación auditiva, además, permite que los papás se sientan involucrados en este tratamiento, para que sean protagonistas del modelo auditivo de sus hijos. Siendo esta una gran manera de que puedan incorporarlo dentro de las rutinas diarias. 

El trabajo más importante que están haciendo estos niños pequeños —expone María del Pilar, es el de imitación y sus neuronas espejo funcionan muy bien con la música, con el placer y con lo efectivo que es un papá o una mamá que canta.

Pero, como se ha mencionado antes, el uso de la música no es exclusivo para los niños pequeños y bebés, también puede utilizarse en el proceso de rehabilitación auditiva con adolescentes y adultos, donde la música es un gran aporte, especialmente porque ya han escuchado y es un aspecto que quieren recuperar. 

“La música sirve en la búsqueda de cosas nuevas y como motivación, porque puede traer segmentación, comprensión, temáticas específicas de alguna edad o añoranzas”, agrega la especialista. Puede ser un recurso en todos los grupos etarios, pero sí es importante para cada grupo cuidar el plan de trabajo que se tiene y respetar los objetivos de rehabilitación auditiva.

Es importante, también, saber cuáles son las habilidades auditivas que se están empezando a desarrollar o cuáles son las que debería tener de acuerdo con su edad y con su tiempo de habilitación auditiva. 

Rastrear los sonidos

¿Qué música utilizar? Tiene que ver con el gusto y las preferencias de cada persona.  Por eso son importantes las canciones que han sonado o son frecuentes en el ambiente familiar.

Qué es lo que se canta en la casas, o se cantaba. Una zamba puede estar llena de sentido para un adulto mayor y una ronda infantil proporcionarle mucha información a un niño pequeño.

Pero, insiste la fonoaudióloga en que los objetivos no son musicales: no son para hacer memoria, por eso hay que elegir canciones que tengan sentido con la realidad del momento y que sirvan como refuerzo para el aprendizaje.

Mejor la voz

“La voz hablada es mucho más accesible para quienes usan dispositivos de ayuda auditiva, que los videos”, insiste María del Pilar Grunauer.

La riqueza acústica que tiene la voz humana no la puede copiar ningún dispositivo. Los papás deberían aprenderse las canciones, para que se susciten todo lo que ocurre cuando se habla.

Cantar a los niños genera una vinculación que pudo haberse debilitado con la hipoacusia. “Queremos que eso se recupere, que se ayude a generar, a tejer relaciones emocionales, a la par que se acompaña el proceso de rehabilitación auditiva”, concluye la especialista.

¿Cómo es el proceso educativo en los niños con hipoacusia?
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Tenga en cuenta

La información en esta guía es solo para fines educativos y no tiene la intención de diagnosticar, prescribir tratamiento o reemplazar el consejo médico. Consulte a su médico o profesional de la salud sobre los tratamientos para la pérdida de la audición. Ellos podrán asesorar sobre una solución adecuada para su condición de pérdida auditiva. Todos los productos deben usarse solo según las indicaciones de su médico o profesional de la salud. No todos los productos están disponibles en todos los países. Por favor, póngase en contacto con su representante local de Cochlear™

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