Tras una operación o cirugía para recibir un implante coclear, las personas necesitarán del acompañamiento tanto de su entorno familiar como de los especialistas para acostumbrarse pronto al uso del procesador de sonido.
¿Cómo se puede tratar la pérdida de la audición? La hipoacusia tiene tratamiento y es posible que personas que hayan dejado de escuchar puedan volver a hacerlo. O que quienes nunca hayan oído, ingresen al mundo de la audición. La solución para algunos tipos de hipoacusia es el implante coclear, que requiere de una cirugía de baja complejidad.
Claro, serán los especialistas en audición quienes, de acuerdo con una serie de pruebas audiológicas, determinarán en cuáles casos es necesario un implante coclear.
Pero, ¿qué viene después de una cirugía para recuperar —o restaurar— la audición? Un proceso de rehabilitación en el que la persona implantada necesitará del acompañamiento tanto de los especialistas como de sus familiares o amigos.
Hay diferentes momentos a tener en cuenta tras esta operación: lo que viene inmediatamente después de la cirugía y lo que ocurrirá con los años, así como las posibles actualizaciones de los procesadores de sonido. Hay que ir, entonces, por partes.
Si bien es cierto que la cirugía de implante coclear es rutinaria para los audiólogos y está considerada como de bajo riesgo, no deja de ser una cirugía en la que se utiliza anestesia general, así que tras la operación, la persona implantada puede sentir:
- Presión sobre el oído implantado.
- Mareo.
- Náuseas.
- Desorientación a causa de la anestesia.
Tal vez le interesa saber: ¿Cómo es una cirugía de implante coclear?
Cuidados a tener luego de la operación
Recuerde que le hicieron una pequeña incisión detrás de la oreja, así que tendrá un vendaje para proteger la herida mientras esta cicatriza. Si usted es el acompañante, es ideal que aprenda cómo limpiar y cuidar la herida.
En algunos casos se prescribirán medicamentos. Asegúrese de que la persona operada se los tome tal como lo indicó el médico. Hay que tener cuidado con las restricciones que indiquen los especialistas, evitando algunas actividades, especialmente de esfuerzo físico.
Por ejemplo, no podrá conducir a su casa, así que debe de contar con alguien que lo pueda transportar. Debe evitar ducharse y lavarse el cabello durante, por lo menos, una semana. Sin embargo hay que lavarse la herida diariamente y secar la zona con suavidad.
Es importante cuidar el proceso de cicatrización, porque una vez que la herida ha sanado, se procede con la activación del implante o el encendido del procesador de sonido, lo que le permitirá a la persona escuchar o volver a hacerlo.
Aprendiendo a escuchar con el implante coclear
La cirugía para tratar la pérdida de la audición es solo una pequeña parte en el proceso del tratamiento de la hipoacusia o pérdida auditiva. Un usuario de una solución auditiva (implante coclear o implante de conducción ósea) deberá aprender —o reaprender— a escuchar por medio de esta.
Y es aquí donde la compañía que se le pueda brindar a la persona implantada se torna aún más relevante, pues se hará partícipe de su proceso de rehabilitación auditiva.
Si el acompañamiento es importante tras la cirugía (toda vez que los cuidados posoperatorios requieren una atención especial para evitar complicaciones con la herida), es aún más necesario acompañar a la persona implantada en camino hacia la audición.
¿Cómo se puede acompañar al recién operado?
Si bien solo se implanta a una persona, esto repercute en todo el entorno familiar o social de quien recibió el implante.
Los parientes y amigos de la persona implantada pueden aportar en el proceso de rehabilitación auditiva, en el que son fundamentales las recomendaciones y el acompañamiento de parte de los especialistas en audición y lenguaje, pero también la rutina diaria, en la que participan los familiares.
Podría pensarse que no, pero la casa es un lugar lleno de oportunidades para apoyar el proceso de rehabilitación auditiva, tanto para niños como para adultos.
Usted puede hacer parte de la estimulación en el proceso de rehabilitación de la persona implantada, fomentando la audición sobre otros métodos de comunicación, como la lectura de labios o el lenguaje de señas.
Un proceso de rehabilitación puede tardar entre seis meses y un año¹. Se necesita ser constante, pero también la ayuda y el acompañamiento de otras personas pueden hacer más positivo el proceso.
Tenga en cuenta
La información en esta guía es solo para fines educativos y no tiene la intención de diagnosticar, prescribir tratamiento o reemplazar el consejo médico. Consulte a su médico o profesional de la salud sobre los tratamientos para la pérdida de la audición. Ellos podrán asesorar sobre una solución adecuada para su condición de pérdida auditiva. Todos los productos deben usarse solo según las indicaciones de su médico o profesional de la salud. No todos los productos están disponibles en todos los países. Por favor, póngase en contacto con su representante local de Cochlear™
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