Si le preocupa saber si su hijo o su hija tiene pérdida de audición, aquí le damos algunas pautas que lo pueden orientar y así detectar a tiempo la hipoacusia y buscar un tratamiento.
Algunos bebés nacen con problemas de audición, otros niños nacen con una audición normal y comienzan a tener dificultades auditivas a medida que crecen.
La hipoacusia no es una condición rara. Según el Centro de Control de Enfermedades, de Estados Unidos, de 1 a 3 niños de cada 1.000 pueden tener pérdida auditiva¹. Es por eso que madres y padres, así como los cuidadores o los profesores, deben estar pendientes de las señales que indiquen que un menor puede estar presentando dificultades para escuchar.
¿Cuáles son las señales que le indican una posible pérdida de audición en su hijo o hija? Aquí encontrará una lista que le ayudará a identificar una posible pérdida, pero recuerde que nunca estará de más consultar con un especialista en audición si sospecha que el niño o la niña no está escuchando correctamente.
1. Señales de advertencia: recién nacido a 3 meses
- No se sobresalta en respuesta a un sonido fuerte repentino.
- No responde a sonidos, música o voces.
- No se calma cuando escucha sonidos suaves.
- No se mueve ni se despierta con el sonido de voces o ruidos cercanos cuando duerme en una habitación silenciosa.
- A los 2 meses, no hace sonidos de vocales como “uuhhh” o “aahh”.
- A los 2 meses, no hace silencio al escuchar el sonido de voces familiares.
2. Señales de advertencia: de los 4 a los 8 meses
- No vuelve la cabeza ni los ojos hacia un sonido que no puede ver.
- No cambia las expresiones al sonido de una voz o un ruido fuerte cuando está en un entorno tranquilo.
- No parece disfrutar al sacudir un sonajero, tocar campanas o hacer ruidos.
- A los 6 meses, no intenta imitar sonidos.
- No ha comenzado a balbucear a sí mismo o a otras personas que le hablan.
- Parece escuchar algunos sonidos, pero otros no.
- Parece prestar atención a los ruidos vibratorios (los que se pueden sentir) pero no a los que solo se escuchan.
3. Señales de advertencia: de 9 a 12 meses
- No gira rápidamente o directamente hacia un aparato o persona que esté generando sonidos suaves.
- No responde a su nombre.
- No varía su tono cuando balbucea.
- No hace varios sonidos de consonantes diferentes cuando balbucea (m, p, b, g, etc.).
- No responde a la música al escucharla. No salta o canta.
- Al año, no dice palabras sueltas, como “pa-pa” y “ma-ma”.
- No entiende palabras para elementos comunes (como "zapato"), expresiones (como "adiós") u órdenes (como "ven aquí").
- Estas son solo señales de advertencia que debe tener en cuenta con los bebés para identificar hipoacusia lo más pronto posible.
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Sin embargo, la pérdida de audición se puede dar en cualquier momento. Esté siempre alerta, recuerde también que, a los 24 meses, el vocabulario hablado de su niño debe ser de 200 a 300 palabras y debe poder pronunciar oraciones simples.
Y a medida que va creciendo esté atento ante la posible incapacidad para responder a los sonidos de otra habitación; si el niño parece ausente ante estímulos sonoros y rechaza o evita la interacción social o si tiene infecciones frecuentes de oído.
La pérdida de audición en bebés puede ser difícil de detectar, pero cuanto antes se descubra, mayores serán las posibilidades de que su hijo socialice, se comunique, aprenda, acepte su pérdida de audición y aprenda a vivir con ella.
La pérdida de audición puede identificarse muy temprano, a veces inmediatamente después del nacimiento. Por ello es importante realizar tamizajes auditivos a los recién nacidos y cumplir con los exámenes audiológicos posteriores durante la infancia, según recomendación de su pediatra.
¿Qué hacer si su hija o hijo tiene pérdida auditiva?
El diagnóstico de hipoacusia debe darlo un especialista en audición, como un otorrinolaringólogo, un audiólogo o un otólogo. Son ellos los que identificarán, tras una serie de pruebas, qué tipo de pérdida tiene el niño y en cuál grado se encuentra.
>>Con estas pruebas
se detectan problemas de audición?<<
La hipoacusia puede ser tratada con implantes auditivos, cocleares o acústicos, que les permitirán a los niños un correcto desarrollo del lenguaje, en especial si son atendidos de manera temprana.
El especialista en audición definirá, de acuerdo con la clasificación de la hipoacusia y su severidad, si lo mejor es un implante coclear o un implante acústico con el cual tratar la pérdida auditiva.
Tenga en cuenta
Pida consejo a su profesional de la salud acerca de los tratamientos para la hipoacusia. Los resultados pueden variar, y el profesional de la salud le indicará qué factores pueden afectar a sus resultados. Lea siempre las instrucciones de uso. No todos los productos están disponibles en todos los países. Si desea obtener información sobre los productos, póngase en contacto con el representante local de Cochlear.
Referencias
D1979967
